Testimonio resumido
Fecha Testimonio: 30 de octubre de 1982
Nombre: José L. G. Ciudad: Baracaldo (Vizcaya) Edad: 40
Enfermedad desde: 30 de agosto de 1982
Fecha curación: 30 de agosto de 1982
Utilizó el agua:
Enfermedad, Dolencia: ACCIDENTE DE COCHE CON PERDIDA DE CONOCIMIENTO
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Venía de la Coruña en dirección Bilbao, conduciendo el coche, juntamente con mi esposa y mi hijo, antes de llegar a la parte superior del puerto de la Espina, noté una especie de cansancio, y posteriormente perdí el conocimiento.
Al perder la dirección, el coche salió de la carretera precipitándose por unos 60 metros, dando varias vueltas hasta quedar con las ruedas hacía arriba; si recuerdo que casi al final, (en las últimas vueltas) mi mujer dijo; -“Ay Virgen que nos matamos” y yo respondí, con la Virgen no tenemos peligro-. Todos los cristales quedaron rotos, pero nosotros no sufrimos ningún rasguño.
Yo creo que fue la Virgen de Umbe la que nos protegió, ya que somos muy devotos de Ella.
Los policías de tráfico cuando salimos, comentaron que era un verdadero milagro, salir todos indemnes.
Reconozco como verdaderos todos los datos, documentos y explicación de esta gracia, concedida por la Stma. Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: José L. G.
Informes: No se aportan
Nombre: José L. G. Ciudad: Baracaldo (Vizcaya) Edad: 40
Enfermedad desde: 30 de agosto de 1982
Fecha curación: 30 de agosto de 1982
Utilizó el agua:
Enfermedad, Dolencia: ACCIDENTE DE COCHE CON PERDIDA DE CONOCIMIENTO
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Venía de la Coruña en dirección Bilbao, conduciendo el coche, juntamente con mi esposa y mi hijo, antes de llegar a la parte superior del puerto de la Espina, noté una especie de cansancio, y posteriormente perdí el conocimiento.
Al perder la dirección, el coche salió de la carretera precipitándose por unos 60 metros, dando varias vueltas hasta quedar con las ruedas hacía arriba; si recuerdo que casi al final, (en las últimas vueltas) mi mujer dijo; -“Ay Virgen que nos matamos” y yo respondí, con la Virgen no tenemos peligro-. Todos los cristales quedaron rotos, pero nosotros no sufrimos ningún rasguño.
Yo creo que fue la Virgen de Umbe la que nos protegió, ya que somos muy devotos de Ella.
Los policías de tráfico cuando salimos, comentaron que era un verdadero milagro, salir todos indemnes.
Reconozco como verdaderos todos los datos, documentos y explicación de esta gracia, concedida por la Stma. Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: José L. G.
Informes: No se aportan
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