Testimonio resumido
Fecha Testimonio: 15 de enero de 1977
Nombre: Maximilian V. R. y Lima S. Ciudad: Erandio (Vizcaya) Edad: xx y 21 meses
Enfermedad desde: Octubre de 1974
Fecha curación: Mayo de 1975
Utilizó el agua: En Umbe
Enfermedad, Dolencia: CÁLCULOS AL RIÑON Y ATROPELLO
Con agradecido reconocimiento a la Santísima Virgen María que bajo la advocación de la Dolorosa, se ha aparecido a Felisa Sistiaga en Monte Umbe (Bilbao). Quiero dar público testimonio de lo siguiente:
1º.- Desde octubre de 1974, hasta mayo de 1975, estuve en tratamiento con el Doctor J.M.S. de Bilbao de cálculos al riñón. Conseguimos con dicho tratamiento hacer que expulsara dos cálculos del tamaño aproximado de un grano de arroz; pero no así otro bastante más grande que aparecía en las urografías.
Un viernes, a primeros de mayo de 1975 determinó en antedicho doctor que no se podía demorar más la operación porque existía vidente riesgo de perder el riñón ante la progresiva inflamación del mismo. Ante esta noticia me puse en las manos de la Virgen Santísima lavándome la cara los pies con el agua del pozo bendecido por Ella el sábado y domingo siguientes a comunicación del doctor; y el lunes siguiente al ir a orinar a la hora de acostarme expulsé un cálculo del tamaño aproximado de un garbanzo, SIN DOLOR ALGUNO, cosa que extraño ciertamente al doctor una vez que le comuniqué la expulsión del mismo.
Es por ello que creo ciertamente que la Virgen Santísima me libró de la operación que ya por entonces y según estimación del Doctor era absolutamente necesaria.
2º.- El día 26 de diciembre de 1976, entrada ya la noche, atropellé a mi hijo José Miguel, de 21 meses de edad, por ambas piernas con la rueda delantera del mi coche, al lado de la casa de este Sagrado Lugar, observando que por dos veces pusimos al niño de pie y se derrumbó completamente en el suelo al tiempo que lloraba. Le llevamos dentro de la casa para verlo a la luz, y por otra vez más observamos que no se podía tener en pie. No le veíamos a pesar de todo, señal de rotura ni de heridas. Instantes después comenzó a correr y saltar de nuevo.
Creo sinceramente, y en este caso sin poder enjuiciarlo científicamente que la Santísima Virgen o su poderosa intercesión libraron al niño y a esta familia de un formidable disgusto.
Por estos y otros favores privados, damos públicamente las gracias a la Madre de Dios.
P.D.: se conservan radiografías
Firmado: Maximilian V. R. y Presentación L. S.
Informes: No se aportan
Nombre: Maximilian V. R. y Lima S. Ciudad: Erandio (Vizcaya) Edad: xx y 21 meses
Enfermedad desde: Octubre de 1974
Fecha curación: Mayo de 1975
Utilizó el agua: En Umbe
Enfermedad, Dolencia: CÁLCULOS AL RIÑON Y ATROPELLO
Con agradecido reconocimiento a la Santísima Virgen María que bajo la advocación de la Dolorosa, se ha aparecido a Felisa Sistiaga en Monte Umbe (Bilbao). Quiero dar público testimonio de lo siguiente:
1º.- Desde octubre de 1974, hasta mayo de 1975, estuve en tratamiento con el Doctor J.M.S. de Bilbao de cálculos al riñón. Conseguimos con dicho tratamiento hacer que expulsara dos cálculos del tamaño aproximado de un grano de arroz; pero no así otro bastante más grande que aparecía en las urografías.
Un viernes, a primeros de mayo de 1975 determinó en antedicho doctor que no se podía demorar más la operación porque existía vidente riesgo de perder el riñón ante la progresiva inflamación del mismo. Ante esta noticia me puse en las manos de la Virgen Santísima lavándome la cara los pies con el agua del pozo bendecido por Ella el sábado y domingo siguientes a comunicación del doctor; y el lunes siguiente al ir a orinar a la hora de acostarme expulsé un cálculo del tamaño aproximado de un garbanzo, SIN DOLOR ALGUNO, cosa que extraño ciertamente al doctor una vez que le comuniqué la expulsión del mismo.
Es por ello que creo ciertamente que la Virgen Santísima me libró de la operación que ya por entonces y según estimación del Doctor era absolutamente necesaria.
2º.- El día 26 de diciembre de 1976, entrada ya la noche, atropellé a mi hijo José Miguel, de 21 meses de edad, por ambas piernas con la rueda delantera del mi coche, al lado de la casa de este Sagrado Lugar, observando que por dos veces pusimos al niño de pie y se derrumbó completamente en el suelo al tiempo que lloraba. Le llevamos dentro de la casa para verlo a la luz, y por otra vez más observamos que no se podía tener en pie. No le veíamos a pesar de todo, señal de rotura ni de heridas. Instantes después comenzó a correr y saltar de nuevo.
Creo sinceramente, y en este caso sin poder enjuiciarlo científicamente que la Santísima Virgen o su poderosa intercesión libraron al niño y a esta familia de un formidable disgusto.
Por estos y otros favores privados, damos públicamente las gracias a la Madre de Dios.
P.D.: se conservan radiografías
Firmado: Maximilian V. R. y Presentación L. S.
Informes: No se aportan
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