Testimonio resumido.
Fecha Testimonio: 25 de noviembre de 1990
Nombre: Luis G. M. Ciudad: Linares (Jaén) Edad: 54
Enfermedad desde: 17 de octubre hasta 30 de junio de 1990
Fecha curación: Aproximadamente junio de 1990
Utilizó el agua: En casa a partir del 27 de noviembre de 1989
Enfermedad, Dolencia: CARCINOMA EN LA GARGANTA
Historial Médico: Fotocopia de informes médicos y después de la curación el resultado
Explicación resumida de los hechos:
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Desde mi primera intervención quirúrgica tuve la certeza que Nuestra Señora no me abandonaría y que en esta terrible enfermedad, “el carcinoma” no me iba a afectar a la tráquea, ya que hubiese tenido que dejar de recibir a Jesús en el Santísimo Sacramento y casi todos los días desde hace aproximadamente quince años lo había recibido.
Ha sido duro, pero siempre me he encontrado muy feliz pues no me faltaba Jesús Eucarístico.
El 28 de febrero de 1985 estuve en Fátima, día hermoso donde hice una confesión general. Experiencia maravillosa, llorar todo el tiempo.
Me volvió a salir o no se me quitó, por lo que una vez desahuciado por el cirujano D. Miguel C. J., catedrático de Granada, y el oncólogo D. Joaquín B. de Jaén; el primero decide no intervenir por ser muy peligroso el segundo me comunica que un tratamiento de quimioterapia no haría efecto por estar destrozados los vasos sanguíneos debido a las sucesivas intervenciones quirúrgicas. El nuevo tumor crecía.
Me había enterado de las apariciones de la Santísima Virgen en Umbe y allí acudí. Cierto que no muy convencido, pero cuando llegué y vi la fe de las personas presentes (muchas, por cierto), se despertó en mí un gran interés.
¿Por qué queremos que hasta La Señora siga nuestras reglas?
No le pedí por mí, y sí por mi esposa e hijos que me acompañaban. Prometí volver.
Me traje agua y la tomamos mi familia y yo.
Mientras, el tumor crecía en una zona que me había sido operada ya dos veces y donde no se podía volver a intervenir.
Un día haciendo oración a las tres de la madrugada me acosté al terminarla y al momento noté cómo el tumor se abrió arrojando todo lo malo y estuvo abierto durante tres meses. Hoy considero que estoy curado, aunque también es cierto que debido a tanta operación hablo con dificultad, por lo que me han dado de baja en mi profesión de profesor.
El ánimo y deseo de ocuparme de los problemas familiares hace que me siente ocupado y feliz.
¿Es un milagro? ¡SI!.
Aunque también es cierto que la vida toda es un milagro y el mayor de todos, la gran poesía de Dios, su gran entrega es como en la Misa por intervención de un sacerdote pecador deja descolgar a su Hijo de la Cruz y lo entrega a comer en forma de pan a los cristianos. Eso en cada misa, aunque sea de una forma incruenta.
Y la humanidad ha de dar mucha cuenta por no creer en este acto de amor del Salvador.
Qué más da que la Señora se aparezca o no en este sitio, pero lo que sí es verdad es que aquel lugar puede convertirse en tierra de misión. Digo Misión, pues hay mucha ignorancia religiosa a la que damos lugar al abandonarlos a que los eternos enemigos de la iglesia pululen en estos lugares para atacar a su jerarquía.
¡Luchen, trabajen y convenzan!, no se pide más, intervengan y salven almas con esa fe inicial a la Santísima Virgen.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Suyo afectísimo, s.s.s.
Firmado: Luis G. M.
Informes: Se aporta
Nombre: Luis G. M. Ciudad: Linares (Jaén) Edad: 54
Enfermedad desde: 17 de octubre hasta 30 de junio de 1990
Fecha curación: Aproximadamente junio de 1990
Utilizó el agua: En casa a partir del 27 de noviembre de 1989
Enfermedad, Dolencia: CARCINOMA EN LA GARGANTA
Historial Médico: Fotocopia de informes médicos y después de la curación el resultado
Explicación resumida de los hechos:
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Desde mi primera intervención quirúrgica tuve la certeza que Nuestra Señora no me abandonaría y que en esta terrible enfermedad, “el carcinoma” no me iba a afectar a la tráquea, ya que hubiese tenido que dejar de recibir a Jesús en el Santísimo Sacramento y casi todos los días desde hace aproximadamente quince años lo había recibido.
Ha sido duro, pero siempre me he encontrado muy feliz pues no me faltaba Jesús Eucarístico.
El 28 de febrero de 1985 estuve en Fátima, día hermoso donde hice una confesión general. Experiencia maravillosa, llorar todo el tiempo.
Me volvió a salir o no se me quitó, por lo que una vez desahuciado por el cirujano D. Miguel C. J., catedrático de Granada, y el oncólogo D. Joaquín B. de Jaén; el primero decide no intervenir por ser muy peligroso el segundo me comunica que un tratamiento de quimioterapia no haría efecto por estar destrozados los vasos sanguíneos debido a las sucesivas intervenciones quirúrgicas. El nuevo tumor crecía.
Me había enterado de las apariciones de la Santísima Virgen en Umbe y allí acudí. Cierto que no muy convencido, pero cuando llegué y vi la fe de las personas presentes (muchas, por cierto), se despertó en mí un gran interés.
¿Por qué queremos que hasta La Señora siga nuestras reglas?
No le pedí por mí, y sí por mi esposa e hijos que me acompañaban. Prometí volver.
Me traje agua y la tomamos mi familia y yo.
Mientras, el tumor crecía en una zona que me había sido operada ya dos veces y donde no se podía volver a intervenir.
Un día haciendo oración a las tres de la madrugada me acosté al terminarla y al momento noté cómo el tumor se abrió arrojando todo lo malo y estuvo abierto durante tres meses. Hoy considero que estoy curado, aunque también es cierto que debido a tanta operación hablo con dificultad, por lo que me han dado de baja en mi profesión de profesor.
El ánimo y deseo de ocuparme de los problemas familiares hace que me siente ocupado y feliz.
¿Es un milagro? ¡SI!.
Aunque también es cierto que la vida toda es un milagro y el mayor de todos, la gran poesía de Dios, su gran entrega es como en la Misa por intervención de un sacerdote pecador deja descolgar a su Hijo de la Cruz y lo entrega a comer en forma de pan a los cristianos. Eso en cada misa, aunque sea de una forma incruenta.
Y la humanidad ha de dar mucha cuenta por no creer en este acto de amor del Salvador.
Qué más da que la Señora se aparezca o no en este sitio, pero lo que sí es verdad es que aquel lugar puede convertirse en tierra de misión. Digo Misión, pues hay mucha ignorancia religiosa a la que damos lugar al abandonarlos a que los eternos enemigos de la iglesia pululen en estos lugares para atacar a su jerarquía.
¡Luchen, trabajen y convenzan!, no se pide más, intervengan y salven almas con esa fe inicial a la Santísima Virgen.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Suyo afectísimo, s.s.s.
Firmado: Luis G. M.
Informes: Se aporta
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