Testimonio ampliado
Fecha Testimonio: 24 de febrero de 1985
Nombre: Manuel Ciudad: Madrid Edad: 59
Enfermedad desde: 1977 la de Corazón
Fecha curación: 9:30 horas del 12 de octubre de 1984 en el Alto de Umbe
Utilizó el agua: En el Pozo de la Virgen de Umbe
Enfermedad, Dolencia: CORONARIA. ISQUEMIA ANTEROLATERAL Y REUMA
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Los hechos son simples, como todo hecho cierto. Estaba enfermo y ahora estoy curado. Mi corazón está sano, mi reuma doloroso y agotador ha desaparecido. Mi agotamiento físico y mental también. Estoy joven, fuerte, alegre. Eso es todo. Iba de Madrid al Monte Umbe todos los fines de semana sin FE y sin convicción, más sí curioso y reverente. Me lavaba en el Pozo. Pensé no volver más. Más la Víspera de la Virgen del Pilar algo me decía dentro de mí que debía volver y lavarme en el pozo y que me curaría, me reía de mí mismo me hice todo el esfuerzo posible para no ir, no obstante algo me arrastraba y casi en contra de mi voluntad me encontré en el coche, a toda velocidad camino de Bilbao, el corazón, como siempre me tenía fatigado y el brazo derecho y la mano derecha con los dolores reumáticos me hacían dolorosa la conducción del coche.
Al día siguiente 9:30 horas bajo la lluvia, me lavé la cara y los pies en el pozo me encontré llorando sin saber por qué y curado y dando gracias a Dios y a la Virgen Dolorosa de Umbe. Así de simple.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: Manuel A.M.
Informes: Aporta varios y DOS CARTAS DIRIGIDAS A LA VIDENTE FELISA SISTIAGA
Nombre: Manuel Ciudad: Madrid Edad: 59
Enfermedad desde: 1977 la de Corazón
Fecha curación: 9:30 horas del 12 de octubre de 1984 en el Alto de Umbe
Utilizó el agua: En el Pozo de la Virgen de Umbe
Enfermedad, Dolencia: CORONARIA. ISQUEMIA ANTEROLATERAL Y REUMA
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Los hechos son simples, como todo hecho cierto. Estaba enfermo y ahora estoy curado. Mi corazón está sano, mi reuma doloroso y agotador ha desaparecido. Mi agotamiento físico y mental también. Estoy joven, fuerte, alegre. Eso es todo. Iba de Madrid al Monte Umbe todos los fines de semana sin FE y sin convicción, más sí curioso y reverente. Me lavaba en el Pozo. Pensé no volver más. Más la Víspera de la Virgen del Pilar algo me decía dentro de mí que debía volver y lavarme en el pozo y que me curaría, me reía de mí mismo me hice todo el esfuerzo posible para no ir, no obstante algo me arrastraba y casi en contra de mi voluntad me encontré en el coche, a toda velocidad camino de Bilbao, el corazón, como siempre me tenía fatigado y el brazo derecho y la mano derecha con los dolores reumáticos me hacían dolorosa la conducción del coche.
Al día siguiente 9:30 horas bajo la lluvia, me lavé la cara y los pies en el pozo me encontré llorando sin saber por qué y curado y dando gracias a Dios y a la Virgen Dolorosa de Umbe. Así de simple.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: Manuel A.M.
Informes: Aporta varios y DOS CARTAS DIRIGIDAS A LA VIDENTE FELISA SISTIAGA
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Carta Nº 1
CERTIFICADA
Madrid a 15 de enero de 1985
Mi querida Amiga:
No sé si acordará de mí. Nos vimos por primera vez en su casa, el sábado 2 de marzo de 1983, que fui expresamente a conocerla y preguntarla sobre la aparición o apariciones de la Virgen y después nos hemos visto alguna otra vez.
Al dirigirle esta carta cumplo con las indicaciones que se nos han dado de comunicar cualquier curación milagrosa que haya ocurrido.
Yo que iba al alto de Umbe a curiosear, eso sí, con devoción y respeto y siempre sentí allí algo trascendental, me veo obligado a escribirle por razón de una curación milagrosa, la mía.
Enfermo del corazón y reumático, me lavaba la cara y los pies es el pozo, sin convicción y sin fe y no volví.
A finales del año pasado, en el fondo de mi corazón sentí de pronto una profunda fe por la Virgen y presentí, que me curaría si volvía al Alto de Umbe a lavarme la cara y los pies en el pozo que la Virgen hizo milagroso. Así que el viernes, 12 de octubre de 1984 día del Pilar, estaba otra vez en el Alto de Umbe, después de las primeras horas de la mañana, bajo la lluvia; me lavé la cara y los pies con el agua del Pozo y le pedí a la Virgen que me curase. Pero se lo pedí porque algo dentro de mí me obligaba a pedírselo, como algo dentro de mí me obligo a ir de nuevo a Umbe, ese algo que me estaba indicando que si se lo pedía me curaría. Y después de lavarme con el agua, me sentí curado, sentí una fuerza ardiente dentro de mi cuerpo y una fortaleza que me indicaba que estaba curado y así me sentí. Pasé todo el día rezando el rosario, uno tras otro. Cuando dejé el Alto de Umbe ya sabía que estaba curado y por ello le di allí mismo gracias a Dios y a la Virgencita de Umbe.
De regreso a Madrid deje de tomar las medicinas, abandoné el tratamiento y pedí hora a un especialista afamado del corazón, el Dr. Z., al cual le hice referencia de mi historial clínico y el tratamiento a que estaba sometido. Después de un reconocimiento riguroso y exhaustivo me dijo que ni padecía del corazón ni del pecho ni reuma, y que dudaba que alguna vez estuviese enfermo del reuma o hubiese estado enfermos del corazón, pues no había señales de ello.
Le trascribo seguidamente los datos de la exploración clínica:
“ENFERMO d. Manuel de A. M… En su anamnesis familiar el padre cardiaco positivo, con miosarcoma y anginoso. La madre sana y tres hermanos vivos, uno de ellos cardiaco (en realidad son dos de mis hermanos cardiacos). 5 hijos sanos y no positivos. DATOS DE EXPLORACIÓN CLÍNICA Y COMPLEMENTARIOS.- La estetoacústica del sistema respiratoria pulmonar es prácticamente normal y coincide con una imagen anatomorradiológica de absoluta normalidad también al respecto. En las pruebas funcionales respiratorias su C. V. ha dado una cifra real de 2,57 sobre una teórica de 3,13; el VEMS de 2,27 sobre 2,43 y en el F.M. 385 sobre 683. Cifras realmente estimables, excepto el F.M. habida cuenta de la vida sedentaria del enfermo.
En el sistema cardiovascular, sus cifras torsionales han sido de 16/9,50. El pulso de 65 latidos/minuto. Los tonos cardíacos normales. Y, en el estudio electrocardiográfico situado en circunstancias de reposo basal que adjuntamos, todos los parámetros de las diferentes derivaciones obtenidas se encuentran dentro del patrón de los limites normales. Habida cuenta de su historia sin embargo, se le ha efectuado un electrocardiograma de esfuerzo bajo la prueba de Máster Doble (3’) cuyo resultado ha sido absolutamente negativo.
Analíticamente, en fin, el informe del análisis de orina es absolutamente normal: En sangre, 4.600.000 hematíes por mm3 y en el mismo contiene, 6.900 leucocitos que se reparten porcentualmente en el hemograma de Shilling a razón de 32 linfocitos, 2 monocitos, 4 cayados y 62 segmentados.
La hemoglobina ha sido de un 90% y el valor hematocrito de un 42. La eritrosedimentación de 7/18 con 7,50 de Índice de Katz.
Se ha investigado también la uremia con 34,00 mgrs, %. La glucemia con 158,00 (debe cuidar su diabetes). La colesterinemia total de 190, Los lípidos totales de 587, Y los triglicéridos de 86. El ácido úrico, en fin de 5,90.
La proteína C. reactiva ha sido negativa. El título de antiestreptolisina 0, en límites normales para los adultos de 250 U. en GOT, 16 en GPT y 193 de LDH.
ORIENTACIÓN DIAGNOSTICA.- Síndrome aparentemente coronario, sin hallazgos clínicos, analíticos o electrocardiográficos. Diabetes Mellitus en tratamiento.
TRATAMIENTO.- Puede y debe seguir haciendo un régimen de vida normal. Sometiéndose muy bien al régimen higiénico-dietético y medicamentoso para el tratamiento de su diabetes.”
Hasta aquí el Dr. Z. – Como Vd. ve, Dios ha tenido piedad de mí y por intercesión de la Virgen de Umbe me ha curado del corazón y del reuma (creo que también me ha curado de una artrosis que padecía desde pequeño, artrosis sacrolumbar, pero como aun no me han dado el diagnostico al respecto nada digo por ahora), Y me ha curado a mí, miserable criatura que me he pasado la vida ofendiendo a Dios continuamente. Me ha curado el cuerpo y me ha mostrado el camino de la salvación, por lo que diariamente le pido me ilumine y me dé fuerzas y perseverancia para conseguirlo. Y Vd. que ha sido elegida por EL y por la Virgen, ruegue por mí y por todos los que necesitamos de la misericordia de Dios.
Vd. me dijo una vez camino del Alto de Umbe: “Yendo a la Virgen encontrará el buen camino y se conseguirá muchas cosas”. Y Vd. me dijo con sus palabras encontrar el buen camino, Dios la bendiga, mensajera bondadosa de la Virgen.
Adiós, la dejo, no quiero cansarla con tan larga carta. Saludos a su esposo y a sus hijos. Y feliz y próspero año nuevo para todos Vds., les desea su amigo peregrino y hermano en Cristo.
Manuel.
P/D.- Puede Vd. hacer el uso que quiera del contenido de esta carta.- Vale.
Madrid a 15 de enero de 1985
Mi querida Amiga:
No sé si acordará de mí. Nos vimos por primera vez en su casa, el sábado 2 de marzo de 1983, que fui expresamente a conocerla y preguntarla sobre la aparición o apariciones de la Virgen y después nos hemos visto alguna otra vez.
Al dirigirle esta carta cumplo con las indicaciones que se nos han dado de comunicar cualquier curación milagrosa que haya ocurrido.
Yo que iba al alto de Umbe a curiosear, eso sí, con devoción y respeto y siempre sentí allí algo trascendental, me veo obligado a escribirle por razón de una curación milagrosa, la mía.
Enfermo del corazón y reumático, me lavaba la cara y los pies es el pozo, sin convicción y sin fe y no volví.
A finales del año pasado, en el fondo de mi corazón sentí de pronto una profunda fe por la Virgen y presentí, que me curaría si volvía al Alto de Umbe a lavarme la cara y los pies en el pozo que la Virgen hizo milagroso. Así que el viernes, 12 de octubre de 1984 día del Pilar, estaba otra vez en el Alto de Umbe, después de las primeras horas de la mañana, bajo la lluvia; me lavé la cara y los pies con el agua del Pozo y le pedí a la Virgen que me curase. Pero se lo pedí porque algo dentro de mí me obligaba a pedírselo, como algo dentro de mí me obligo a ir de nuevo a Umbe, ese algo que me estaba indicando que si se lo pedía me curaría. Y después de lavarme con el agua, me sentí curado, sentí una fuerza ardiente dentro de mi cuerpo y una fortaleza que me indicaba que estaba curado y así me sentí. Pasé todo el día rezando el rosario, uno tras otro. Cuando dejé el Alto de Umbe ya sabía que estaba curado y por ello le di allí mismo gracias a Dios y a la Virgencita de Umbe.
De regreso a Madrid deje de tomar las medicinas, abandoné el tratamiento y pedí hora a un especialista afamado del corazón, el Dr. Z., al cual le hice referencia de mi historial clínico y el tratamiento a que estaba sometido. Después de un reconocimiento riguroso y exhaustivo me dijo que ni padecía del corazón ni del pecho ni reuma, y que dudaba que alguna vez estuviese enfermo del reuma o hubiese estado enfermos del corazón, pues no había señales de ello.
Le trascribo seguidamente los datos de la exploración clínica:
“ENFERMO d. Manuel de A. M… En su anamnesis familiar el padre cardiaco positivo, con miosarcoma y anginoso. La madre sana y tres hermanos vivos, uno de ellos cardiaco (en realidad son dos de mis hermanos cardiacos). 5 hijos sanos y no positivos. DATOS DE EXPLORACIÓN CLÍNICA Y COMPLEMENTARIOS.- La estetoacústica del sistema respiratoria pulmonar es prácticamente normal y coincide con una imagen anatomorradiológica de absoluta normalidad también al respecto. En las pruebas funcionales respiratorias su C. V. ha dado una cifra real de 2,57 sobre una teórica de 3,13; el VEMS de 2,27 sobre 2,43 y en el F.M. 385 sobre 683. Cifras realmente estimables, excepto el F.M. habida cuenta de la vida sedentaria del enfermo.
En el sistema cardiovascular, sus cifras torsionales han sido de 16/9,50. El pulso de 65 latidos/minuto. Los tonos cardíacos normales. Y, en el estudio electrocardiográfico situado en circunstancias de reposo basal que adjuntamos, todos los parámetros de las diferentes derivaciones obtenidas se encuentran dentro del patrón de los limites normales. Habida cuenta de su historia sin embargo, se le ha efectuado un electrocardiograma de esfuerzo bajo la prueba de Máster Doble (3’) cuyo resultado ha sido absolutamente negativo.
Analíticamente, en fin, el informe del análisis de orina es absolutamente normal: En sangre, 4.600.000 hematíes por mm3 y en el mismo contiene, 6.900 leucocitos que se reparten porcentualmente en el hemograma de Shilling a razón de 32 linfocitos, 2 monocitos, 4 cayados y 62 segmentados.
La hemoglobina ha sido de un 90% y el valor hematocrito de un 42. La eritrosedimentación de 7/18 con 7,50 de Índice de Katz.
Se ha investigado también la uremia con 34,00 mgrs, %. La glucemia con 158,00 (debe cuidar su diabetes). La colesterinemia total de 190, Los lípidos totales de 587, Y los triglicéridos de 86. El ácido úrico, en fin de 5,90.
La proteína C. reactiva ha sido negativa. El título de antiestreptolisina 0, en límites normales para los adultos de 250 U. en GOT, 16 en GPT y 193 de LDH.
ORIENTACIÓN DIAGNOSTICA.- Síndrome aparentemente coronario, sin hallazgos clínicos, analíticos o electrocardiográficos. Diabetes Mellitus en tratamiento.
TRATAMIENTO.- Puede y debe seguir haciendo un régimen de vida normal. Sometiéndose muy bien al régimen higiénico-dietético y medicamentoso para el tratamiento de su diabetes.”
Hasta aquí el Dr. Z. – Como Vd. ve, Dios ha tenido piedad de mí y por intercesión de la Virgen de Umbe me ha curado del corazón y del reuma (creo que también me ha curado de una artrosis que padecía desde pequeño, artrosis sacrolumbar, pero como aun no me han dado el diagnostico al respecto nada digo por ahora), Y me ha curado a mí, miserable criatura que me he pasado la vida ofendiendo a Dios continuamente. Me ha curado el cuerpo y me ha mostrado el camino de la salvación, por lo que diariamente le pido me ilumine y me dé fuerzas y perseverancia para conseguirlo. Y Vd. que ha sido elegida por EL y por la Virgen, ruegue por mí y por todos los que necesitamos de la misericordia de Dios.
Vd. me dijo una vez camino del Alto de Umbe: “Yendo a la Virgen encontrará el buen camino y se conseguirá muchas cosas”. Y Vd. me dijo con sus palabras encontrar el buen camino, Dios la bendiga, mensajera bondadosa de la Virgen.
Adiós, la dejo, no quiero cansarla con tan larga carta. Saludos a su esposo y a sus hijos. Y feliz y próspero año nuevo para todos Vds., les desea su amigo peregrino y hermano en Cristo.
Manuel.
P/D.- Puede Vd. hacer el uso que quiera del contenido de esta carta.- Vale.
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Carta Nº2
CERTIFICADA
Madrid a 24 de febrero de 1985
Mi querida amiga y hermana en Cristo:
Acuso recibo a su atta. Del 24-01-85. De la que separo contenido que agradezco.
Siguiendo sus indicaciones le devuelvo los impresos debidamente cumplimentados, acompañados del historial clínico del tratamiento del Dr. P. E., como asimismo informe de los Dres. Z. (Padre e Hijo) de fecha 20-12-84.
Cuando sintiéndome curado de mis dolencias del corazón y del reuma, acudí a los Dres. Z., les alegué, para justificar mi visita y petición de exhaustivo reconocimiento, todos los síntomas y achaques que padecía antes de 12-10-84, en el que me curó la Virgencita de Umbe; Dolores de pecho, agotamiento físico y mental y dolores reumáticos; de ahí que en el informe de los Dres. Z. se diga; “síndrome aparentemente coronario, sin hallazgos clínicos, analíticos o electrocardiográficos”; evidentemente los síntomas eran coronarios, pues fueron los que yo padecía y por eso los conocía tan bien, pero no los encontraron porque yo ya me había curado, igual que el reuma, a las 9,30 de la mañana, minuto más o menos, después de lavarme la cara y los pies en el pozo de la Virgen, mientras caía una menuda y fría lluvia como bendición de Dios.
En fin, no lo canso más. Tan solo me atrevo a preguntarla por qué ocurren estas cosas, y con un miserable como yo. Me hago estas preguntas y otras a las que no encuentro repuestas; he empezado, no obstante, y no por rutina, a esforzarme en cumplir los Mandamientos de la ley de Dios y de la Santa Madre Iglesia, y creo que es un buen principio, o tal vez simplemente la respuesta que busco.
Le dejo. Le suplico muy encarecidamente que me tenga en sus oraciones, que venida de una santa como Vd., Dios las atenderá. Con un fuerte y sincero abrazo en Cristo de este indigno peregrino para todos Vds.
Manuel
P/D. Puede hacer Vd. el uso que quiera del contenido de ésta. Vale.
Manuel
Madrid a 24 de febrero de 1985
Mi querida amiga y hermana en Cristo:
Acuso recibo a su atta. Del 24-01-85. De la que separo contenido que agradezco.
Siguiendo sus indicaciones le devuelvo los impresos debidamente cumplimentados, acompañados del historial clínico del tratamiento del Dr. P. E., como asimismo informe de los Dres. Z. (Padre e Hijo) de fecha 20-12-84.
Cuando sintiéndome curado de mis dolencias del corazón y del reuma, acudí a los Dres. Z., les alegué, para justificar mi visita y petición de exhaustivo reconocimiento, todos los síntomas y achaques que padecía antes de 12-10-84, en el que me curó la Virgencita de Umbe; Dolores de pecho, agotamiento físico y mental y dolores reumáticos; de ahí que en el informe de los Dres. Z. se diga; “síndrome aparentemente coronario, sin hallazgos clínicos, analíticos o electrocardiográficos”; evidentemente los síntomas eran coronarios, pues fueron los que yo padecía y por eso los conocía tan bien, pero no los encontraron porque yo ya me había curado, igual que el reuma, a las 9,30 de la mañana, minuto más o menos, después de lavarme la cara y los pies en el pozo de la Virgen, mientras caía una menuda y fría lluvia como bendición de Dios.
En fin, no lo canso más. Tan solo me atrevo a preguntarla por qué ocurren estas cosas, y con un miserable como yo. Me hago estas preguntas y otras a las que no encuentro repuestas; he empezado, no obstante, y no por rutina, a esforzarme en cumplir los Mandamientos de la ley de Dios y de la Santa Madre Iglesia, y creo que es un buen principio, o tal vez simplemente la respuesta que busco.
Le dejo. Le suplico muy encarecidamente que me tenga en sus oraciones, que venida de una santa como Vd., Dios las atenderá. Con un fuerte y sincero abrazo en Cristo de este indigno peregrino para todos Vds.
Manuel
P/D. Puede hacer Vd. el uso que quiera del contenido de ésta. Vale.
Manuel
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