Testimonio resumido.
Fecha Testimonio: 8 de abril de 1973
Nombre: Edurne Z. Ciudad: Bilbao (Vizcaya) Edad: xx
Enfermedad desde: Año 1973
Fecha curación: 2 de abril de 1973
Utilizó el agua: 1 de abril de 1973 en Umbe
Enfermedad, Dolencia: HUNDIMIENTO DEL HUESO DEL DEDO ANULAR
Una furgoneta marca Konner, tipo camión, me pilló con la puerta la mano derecha, hundiéndome el hueso del dedo anular, produciéndome tan gran dolor, que no podía hacer uso de esta mano si no era con gran esfuerzo y no digamos dolor, que eran grandísimo.
El domingo día 1 de este mes, acudimos a Umbe, rezamos y cumplí lo que la Virgen Dolorosa le ha dicho a Felisa, lavarse la cara y los pies en el Pozo.
El día 2, del actual estaba peinando a mi hija, cuando de pronto noté que podía mover la mano con toda normalidad, viendo con gran sorpresa que el hueso se había colocado en su sitio.
La emoción y nerviosismo que sentí fueron tan grandes que no sabía lo que me pasaba. Lo primero que hice fue llamar por teléfono a mi esposo para comunicarle el milagro, y tan nerviosa y emocionada me vio, pues casi no acertaba a hablar, que me dijo me tranquilizase que ya venía a casa.
Aunque no acudí al médico, son muchas las personas, aparte de esposo y familia, que pueden dar fe de la veracidad de lo que expongo.
No me cansaré de dar gracias a la Virgen Dolorosa, que se dignó a hacerme este regalo tan grande.
Por si sirve mi testificación para dar fe de las numerosas curaciones que ha hecho la Madre Dolorosa con el agua del Pozo, firmo la presente en Bilbao a ocho de abril de mil novecientos setenta y tres.
Firmado: Edurne de Z. V.
Informes: No se aporta
Nombre: Edurne Z. Ciudad: Bilbao (Vizcaya) Edad: xx
Enfermedad desde: Año 1973
Fecha curación: 2 de abril de 1973
Utilizó el agua: 1 de abril de 1973 en Umbe
Enfermedad, Dolencia: HUNDIMIENTO DEL HUESO DEL DEDO ANULAR
Una furgoneta marca Konner, tipo camión, me pilló con la puerta la mano derecha, hundiéndome el hueso del dedo anular, produciéndome tan gran dolor, que no podía hacer uso de esta mano si no era con gran esfuerzo y no digamos dolor, que eran grandísimo.
El domingo día 1 de este mes, acudimos a Umbe, rezamos y cumplí lo que la Virgen Dolorosa le ha dicho a Felisa, lavarse la cara y los pies en el Pozo.
El día 2, del actual estaba peinando a mi hija, cuando de pronto noté que podía mover la mano con toda normalidad, viendo con gran sorpresa que el hueso se había colocado en su sitio.
La emoción y nerviosismo que sentí fueron tan grandes que no sabía lo que me pasaba. Lo primero que hice fue llamar por teléfono a mi esposo para comunicarle el milagro, y tan nerviosa y emocionada me vio, pues casi no acertaba a hablar, que me dijo me tranquilizase que ya venía a casa.
Aunque no acudí al médico, son muchas las personas, aparte de esposo y familia, que pueden dar fe de la veracidad de lo que expongo.
No me cansaré de dar gracias a la Virgen Dolorosa, que se dignó a hacerme este regalo tan grande.
Por si sirve mi testificación para dar fe de las numerosas curaciones que ha hecho la Madre Dolorosa con el agua del Pozo, firmo la presente en Bilbao a ocho de abril de mil novecientos setenta y tres.
Firmado: Edurne de Z. V.
Informes: No se aporta
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