Testimonio resumido
Fecha Testimonio: 1 de octubre de 1979
Nombre: Verónica Ciudad: Pfinztal (Alemania) Edad: 5
Enfermedad desde: Que nació
Fecha curación: 1978
Utilizó el agua: En casa
Enfermedad, Dolencia: VISTA BORROSA
ALABADO SEA EL SANTÍSIMO DE LAS CURACIONES
AVE MARIA
DECLARACIÓN Y AFIRMACIÓN DE LAS CURACIONES MILAGROSAS QUE TUVO LUGAR EN NUESTRA FAMILIA, EN LAS NIÑAS ANA MICAELA Y VERONICA M. B. CON EL AGUA DEL MANATIAL DEL MONTE UMBE (VIZCAYA) BENDECIDA POR LA SANTÍSIMA VIRGEN.
Los milagros ocurrieron de la forma siguiente:
Nuestra hija Verónica nació con siete meses y medio, vino al mundo de cabeza y en un parto “seco” por haber tenido la madre algunas complicaciones anteriormente. La VISTA de la niña corrió cierto peligro. Por este motivo pocas horas después de nacer se le declaró en el ojo derecho una INFECCIÓN CON GRAN SUPORACIÓN que según los médicos debía durar ente seis y ocho semanas. Esto - según el médico – se debió a la falta de oxígeno porque tardó demasiado tiempo en ser expulsada. Por esto nosotros pusimos nuestras esperanzas en las palabras del doctor.
Cuando ya tenía unas semanas y le observamos el ojo notamos que estaba cubierto por una “nube” y no se le veía ni la pupila ni la parte oscura del ojo, todo era blanco. Esperamos dos meses y seguía lo mismo y a los tres meses todavía de la misma manera, aunque la supuración iba remitiendo. Preocupados de que pudiese perder el ojo recurrimos al médico otra vez y nos mandó hacerle una radiografía. Esto debió ocurrir cuando ya tenía entre doce y catorce años, y nos dijeron que tenía que operarse que de lo contrario perdería la vista del ojo. Apenas salimos del médico le dije yo a mi esposa: “La niña no se opera esperamos unos años más y cuando llegue el GRAN MILAGRO DE GARABANDAL, allí quedará curada, si El señor nos deja ir”. Así lo acordamos y no pensamos más en el caso ni en la operación. De haberla operado teníamos que esperar a que cumpliese los tres años.
Después de lavarla con manzanilla y otros líquidos durante varios meses la nube fue desapareciendo y empezó a verse la parte negra de la “retina”, pero le quedó una mancha blanca en medio que tapaba toda la pupila y le impedía ver. A todas las pruebas que hacíamos para cerciorarnos de si veía no notábamos reacción por parte de ella ni nuestros movimientos de mano le hacían reaccionar el ojo.
Nosotros seguimos con la esperanza puesta en el Cielo.
Cuando la niña tenía 3 años y recordamos lo que dijo el Dr. de operarla, le recordé a mi esposa que bajo mi responsabilidad y con toda mi confianza Puesta en GARABANDAL en cuyas apariciones creo con verdadera FE. La niña no se operaría.
El médico de cabecera también nos quitó la idea cuando nos dijo que en el caso de salir bien en la operación que cuando fuese una joven le repetiría y quedaría sin vista, o a más tardar cuando sea mayor que degeneraría en unas “cataratas”.
En esta fecha al recordar la operación a la que se tenía que someter, me vino a la mente la idea de LAVARLE EL OJO CON EL AGUA DE MONTE UMBE, que me quedaban algunas gotas en un frasquito. Así lo hice. Era por la tarde, después de regresar del trabajo. LE LAVE EL OJO Y RECE. Creo que fueron tres avemarías y la oración que la Virgen recomendó en San Damiano (Italia) se rezase en estos casos. El día siguiente cuando regresé de trabajar, antes de saludarme la familia, mi esposa, que tal vez había estado atenta a la reacción del “LABADO”, me dijo: “MIRA EL OJO DE TU HIJA”: me invadió la idea de que se había curado, y la miré, y efectivamente, LA MANCHA BLANCA QUE LE TAPABA TODA LA PUPILA HABIA DESAPARECIDO y el ojo aparecía limpio como si no hubiese tenido nada.
Seguimos observándola para cerciorarnos de vi veía bien y no notábamos dificultades para cerciorarnos de si veía bien. Cuando ya era mayor pudimos notar que a lo lejos lo veía borroso, pero de cerca, cuando mira con los dos ojos no notaba y no nota nada, ni para escribir, ni dibujar, viéndosele en muchos detalles que ve con más rapidez que yo que gozo de buena vista.
Cuando tenía seis años en el examen de vista para empezar la escuela no le notaron nada, ni le recomendaron poner gafas, aunque dijo el médico que a lo mejor veía algo borroso por este ojo.
A principios de este año, al tener que ir yo al Dr. pues un accidente que tuve, decidí llevar a la niña para que la observara por medio de aparatos ópticos, dándonos el siguiente resultado: “De cerca ve bien y a distancia lo ve borroso. Se nota que hubo una curación de algo que tuvo y como señal de ello tiene en la parte inferior del ojo una cicatriz que le impide ver con toda normalidad por este ojo. Esto no tiene operación pues la cicatriz se le retiró al interior”. Al explicarle yo como le había desaparecido la hemorragia que tenía, me dijo la doctora: “pues siga Vd. tratándole con ese agua, no le aconsejo que la operen porque no mejorará”.
HACE UNA VIDA NORMAL NO LE NOTAMOS NI CANSANCIO NI DOLOR DE CABEZA NI LA VISTA FATIGADA, ESCRIBE CON UNA RÁPIDEZ QUE NO SERÍA POSIBLE SI CUANDO TRABAJA CON LOS DOS OJOS NO VIESES BIEN. EN ALGUNOS DETALLES NOS HEMOS ASOMBRADO POR QUE ES IMPOSIBLE NOTAR COSAS TAN PEQUEÑAS CON UN OJO SOLO ANTES QUE NOSOTROS.
Hasta aquí como ocurrió el suceso. No achacamos al Cielo que sea un milagro “a medias” sino reconocemos que esta gracia fue un Don de Dios a través de su Santísima Madre por nuestra Fe y confianza. Por qué a lo lejos lo ve borrosos Dios sabe porque lo hizo así, por lo demás al mirar los ojos no se nota diferencia entre los dos en belleza y brillo.
Damos testimonio de que cuanto digo aquí es verdad y para honra y Gloria del Señor y de la presencia de su Santísima Madre en Monte Umbe, de cuyas apariciones creímos desde el primer momento.
La confirmación de que nuestra meta no iba a ser una ilusión y que íbamos por buen camino y para afirmarnos nuestra FE, la tuvimos en La SALETTE (Francia), donde el Señor nos premió con un don que solamente se concede a poquitísimas personas. Ello nos hizo creer más en este lugar, LOURDES, MONTE DE UMBE Y GARABANDAL, motivo de nuestro viaje de peregrinación.
Firmado: Carlos M.P. Madre: Annemarie B.
Carta con fecha 29 de octubre de 1979
Acompañamos dos fotos, una cuando tenía unos meses de edad, así tuvo el ojo varios meses y otra de la edad actual, siete años, donde procuramos se le note la belleza del ojo.
Estimada hermana en Jesús y María:
Le envío la foto prometida que tuve que esperar más de la cuenta para que me la entregaran.
Pero que será útil para el fin que deseamos, aunque este Milagro fue pequeño comparado con otros que yo he leído, ocurridos en Umbe.
De todas formas nosotros estamos muy agradecidos al Cielo y deseamos de todo corazón vea pronto aprobado por el Sr. Obispo como lugar de Oración, aquel Santo Lugar.
Unidos en la oración
Saludos
Familia M.
Nombre: Verónica Ciudad: Pfinztal (Alemania) Edad: 5
Enfermedad desde: Que nació
Fecha curación: 1978
Utilizó el agua: En casa
Enfermedad, Dolencia: VISTA BORROSA
ALABADO SEA EL SANTÍSIMO DE LAS CURACIONES
AVE MARIA
DECLARACIÓN Y AFIRMACIÓN DE LAS CURACIONES MILAGROSAS QUE TUVO LUGAR EN NUESTRA FAMILIA, EN LAS NIÑAS ANA MICAELA Y VERONICA M. B. CON EL AGUA DEL MANATIAL DEL MONTE UMBE (VIZCAYA) BENDECIDA POR LA SANTÍSIMA VIRGEN.
Los milagros ocurrieron de la forma siguiente:
Nuestra hija Verónica nació con siete meses y medio, vino al mundo de cabeza y en un parto “seco” por haber tenido la madre algunas complicaciones anteriormente. La VISTA de la niña corrió cierto peligro. Por este motivo pocas horas después de nacer se le declaró en el ojo derecho una INFECCIÓN CON GRAN SUPORACIÓN que según los médicos debía durar ente seis y ocho semanas. Esto - según el médico – se debió a la falta de oxígeno porque tardó demasiado tiempo en ser expulsada. Por esto nosotros pusimos nuestras esperanzas en las palabras del doctor.
Cuando ya tenía unas semanas y le observamos el ojo notamos que estaba cubierto por una “nube” y no se le veía ni la pupila ni la parte oscura del ojo, todo era blanco. Esperamos dos meses y seguía lo mismo y a los tres meses todavía de la misma manera, aunque la supuración iba remitiendo. Preocupados de que pudiese perder el ojo recurrimos al médico otra vez y nos mandó hacerle una radiografía. Esto debió ocurrir cuando ya tenía entre doce y catorce años, y nos dijeron que tenía que operarse que de lo contrario perdería la vista del ojo. Apenas salimos del médico le dije yo a mi esposa: “La niña no se opera esperamos unos años más y cuando llegue el GRAN MILAGRO DE GARABANDAL, allí quedará curada, si El señor nos deja ir”. Así lo acordamos y no pensamos más en el caso ni en la operación. De haberla operado teníamos que esperar a que cumpliese los tres años.
Después de lavarla con manzanilla y otros líquidos durante varios meses la nube fue desapareciendo y empezó a verse la parte negra de la “retina”, pero le quedó una mancha blanca en medio que tapaba toda la pupila y le impedía ver. A todas las pruebas que hacíamos para cerciorarnos de si veía no notábamos reacción por parte de ella ni nuestros movimientos de mano le hacían reaccionar el ojo.
Nosotros seguimos con la esperanza puesta en el Cielo.
Cuando la niña tenía 3 años y recordamos lo que dijo el Dr. de operarla, le recordé a mi esposa que bajo mi responsabilidad y con toda mi confianza Puesta en GARABANDAL en cuyas apariciones creo con verdadera FE. La niña no se operaría.
El médico de cabecera también nos quitó la idea cuando nos dijo que en el caso de salir bien en la operación que cuando fuese una joven le repetiría y quedaría sin vista, o a más tardar cuando sea mayor que degeneraría en unas “cataratas”.
En esta fecha al recordar la operación a la que se tenía que someter, me vino a la mente la idea de LAVARLE EL OJO CON EL AGUA DE MONTE UMBE, que me quedaban algunas gotas en un frasquito. Así lo hice. Era por la tarde, después de regresar del trabajo. LE LAVE EL OJO Y RECE. Creo que fueron tres avemarías y la oración que la Virgen recomendó en San Damiano (Italia) se rezase en estos casos. El día siguiente cuando regresé de trabajar, antes de saludarme la familia, mi esposa, que tal vez había estado atenta a la reacción del “LABADO”, me dijo: “MIRA EL OJO DE TU HIJA”: me invadió la idea de que se había curado, y la miré, y efectivamente, LA MANCHA BLANCA QUE LE TAPABA TODA LA PUPILA HABIA DESAPARECIDO y el ojo aparecía limpio como si no hubiese tenido nada.
Seguimos observándola para cerciorarnos de vi veía bien y no notábamos dificultades para cerciorarnos de si veía bien. Cuando ya era mayor pudimos notar que a lo lejos lo veía borroso, pero de cerca, cuando mira con los dos ojos no notaba y no nota nada, ni para escribir, ni dibujar, viéndosele en muchos detalles que ve con más rapidez que yo que gozo de buena vista.
Cuando tenía seis años en el examen de vista para empezar la escuela no le notaron nada, ni le recomendaron poner gafas, aunque dijo el médico que a lo mejor veía algo borroso por este ojo.
A principios de este año, al tener que ir yo al Dr. pues un accidente que tuve, decidí llevar a la niña para que la observara por medio de aparatos ópticos, dándonos el siguiente resultado: “De cerca ve bien y a distancia lo ve borroso. Se nota que hubo una curación de algo que tuvo y como señal de ello tiene en la parte inferior del ojo una cicatriz que le impide ver con toda normalidad por este ojo. Esto no tiene operación pues la cicatriz se le retiró al interior”. Al explicarle yo como le había desaparecido la hemorragia que tenía, me dijo la doctora: “pues siga Vd. tratándole con ese agua, no le aconsejo que la operen porque no mejorará”.
HACE UNA VIDA NORMAL NO LE NOTAMOS NI CANSANCIO NI DOLOR DE CABEZA NI LA VISTA FATIGADA, ESCRIBE CON UNA RÁPIDEZ QUE NO SERÍA POSIBLE SI CUANDO TRABAJA CON LOS DOS OJOS NO VIESES BIEN. EN ALGUNOS DETALLES NOS HEMOS ASOMBRADO POR QUE ES IMPOSIBLE NOTAR COSAS TAN PEQUEÑAS CON UN OJO SOLO ANTES QUE NOSOTROS.
Hasta aquí como ocurrió el suceso. No achacamos al Cielo que sea un milagro “a medias” sino reconocemos que esta gracia fue un Don de Dios a través de su Santísima Madre por nuestra Fe y confianza. Por qué a lo lejos lo ve borrosos Dios sabe porque lo hizo así, por lo demás al mirar los ojos no se nota diferencia entre los dos en belleza y brillo.
Damos testimonio de que cuanto digo aquí es verdad y para honra y Gloria del Señor y de la presencia de su Santísima Madre en Monte Umbe, de cuyas apariciones creímos desde el primer momento.
La confirmación de que nuestra meta no iba a ser una ilusión y que íbamos por buen camino y para afirmarnos nuestra FE, la tuvimos en La SALETTE (Francia), donde el Señor nos premió con un don que solamente se concede a poquitísimas personas. Ello nos hizo creer más en este lugar, LOURDES, MONTE DE UMBE Y GARABANDAL, motivo de nuestro viaje de peregrinación.
Firmado: Carlos M.P. Madre: Annemarie B.
Carta con fecha 29 de octubre de 1979
Acompañamos dos fotos, una cuando tenía unos meses de edad, así tuvo el ojo varios meses y otra de la edad actual, siete años, donde procuramos se le note la belleza del ojo.
Estimada hermana en Jesús y María:
Le envío la foto prometida que tuve que esperar más de la cuenta para que me la entregaran.
Pero que será útil para el fin que deseamos, aunque este Milagro fue pequeño comparado con otros que yo he leído, ocurridos en Umbe.
De todas formas nosotros estamos muy agradecidos al Cielo y deseamos de todo corazón vea pronto aprobado por el Sr. Obispo como lugar de Oración, aquel Santo Lugar.
Unidos en la oración
Saludos
Familia M.
|
|
|
|
|