Testimonio resumido.
Fecha Testimonio: 4 de febrero de 1989
Nombre: José G. M. Ciudad: Portugalete (Bizkaia) Edad: 64
Enfermedad desde: Noviembre de 1988
Fecha curación: 8 de diciembre de 1988
Utilizó el agua: En Umbe
Enfermedad, Dolencia: LLAGAS EN EL PIE IZQUIERDO, SUPURANDO CONTINUAMENTE Y SIN CERRARSE
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Yo estaba operado de varices desde hace 20 años. En el mes de Noviembre del año pasado, andando por el monte me arañé la pierna con una zarza, dándome en la cicatriz que tengo, se me hizo una herida que no se curaba y superaba contantemente. Fui al Médico el cual me recetó un agua para lavarme y una pomada para darme después y luego vendarme la pierna, guardando reposo absoluto durante ocho días. Como no encontraba mejoría fui de nuevo al Médico y me dijo no sé qué voy a hacer con ésta herida, dándome un volante para el Cirujano, el cual me cambió de tratamiento y que guardase reposo.
Ese mismo día mi Mujer fiel peregrina de la Virgen de Umbe, y como era el día de la inmaculada, me dijo de ir a ver a la Virgen y yo le acompañé, lavándonos en el pozo la cara y los pies.
Al día siguiente cuando mi mujer fue a quitarme la venda para hacerme la cura, la herida estaba curada, la piel limpia, y el agujero que era como una moneda de 500 pesetas, estaba completamente cerrado.
Damos testimonio de ésta gran Gracia, mi mujer y yo lo firmamos aquí en la Capilla de la Virgen.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: José G. M.
Informes: No se aporta
Nombre: José G. M. Ciudad: Portugalete (Bizkaia) Edad: 64
Enfermedad desde: Noviembre de 1988
Fecha curación: 8 de diciembre de 1988
Utilizó el agua: En Umbe
Enfermedad, Dolencia: LLAGAS EN EL PIE IZQUIERDO, SUPURANDO CONTINUAMENTE Y SIN CERRARSE
Ilustrísimo Sr. Obispo.
Yo estaba operado de varices desde hace 20 años. En el mes de Noviembre del año pasado, andando por el monte me arañé la pierna con una zarza, dándome en la cicatriz que tengo, se me hizo una herida que no se curaba y superaba contantemente. Fui al Médico el cual me recetó un agua para lavarme y una pomada para darme después y luego vendarme la pierna, guardando reposo absoluto durante ocho días. Como no encontraba mejoría fui de nuevo al Médico y me dijo no sé qué voy a hacer con ésta herida, dándome un volante para el Cirujano, el cual me cambió de tratamiento y que guardase reposo.
Ese mismo día mi Mujer fiel peregrina de la Virgen de Umbe, y como era el día de la inmaculada, me dijo de ir a ver a la Virgen y yo le acompañé, lavándonos en el pozo la cara y los pies.
Al día siguiente cuando mi mujer fue a quitarme la venda para hacerme la cura, la herida estaba curada, la piel limpia, y el agujero que era como una moneda de 500 pesetas, estaba completamente cerrado.
Damos testimonio de ésta gran Gracia, mi mujer y yo lo firmamos aquí en la Capilla de la Virgen.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: José G. M.
Informes: No se aporta
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