Testimonio resumido.
Fecha Testimonio: 15 de septiembre de 1985
Nombre: María José M. A. Ciudad: Moya (Las Palmas - Gran Canaria) Edad: 64
Enfermedad desde: más de 20 años
Fecha curación: Julio de 1984
Utilizó el agua: En el pozo en Julio de 1984
Enfermedad, Dolencia: LO QUE LLAMAMOS “OJO DE GALLO”, ENTRE DOS DEDOS DEL PIÉ, MUY DOLOROSO
Ilustrísimo Sr. Obispo.
En julio de 1984 visité Umbe y por aquellos días mi dolencia del “ojo de gallo” la tenía muy dolorida, tanto que pude hacer el viaje gracias a un aditamento que me puse para separar los dedos. Yo no llevaba la intención de pedir a la Santísima Virgen la gracia de mi curación; fui por visitar el lugar donde Nuestra Señora se había aparecido, pidiéndonos oraciones para la salvación de la Humanidad y también traer agua del pozo bendecido por la Virgen para una cuñada que se encontraba paralítica; pero al lavarme la cara y los pies, en el momento que me caía el agua se me ocurrió pedirle a la Santísima Virgen que me curara aquel mal, lo que hice mentalmente. Luego ya me olvidé, pero aquella noche me di cuenta que el aditamento se me había caído y que no obstante no sentía dolor alguno; entonces me acordé que lo había pedido a la Virgen; pues bien, nunca más volví a sentir y donde tenía el “ojo de gallo” se fue poniendo la piel lisa, suave y normal, como si nunca lo hubiese tenido.
Puede imaginarse lo inmensamente agradecida que estoy a la Santísima Virgen.
Nota.- Por haber pensado que dicha dolencia sería parecida a un callo, o sea que no llegaría a erradicarse totalmente, nunca fui al Médico.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: María José M. A.
Informes: No se aporta
Nombre: María José M. A. Ciudad: Moya (Las Palmas - Gran Canaria) Edad: 64
Enfermedad desde: más de 20 años
Fecha curación: Julio de 1984
Utilizó el agua: En el pozo en Julio de 1984
Enfermedad, Dolencia: LO QUE LLAMAMOS “OJO DE GALLO”, ENTRE DOS DEDOS DEL PIÉ, MUY DOLOROSO
Ilustrísimo Sr. Obispo.
En julio de 1984 visité Umbe y por aquellos días mi dolencia del “ojo de gallo” la tenía muy dolorida, tanto que pude hacer el viaje gracias a un aditamento que me puse para separar los dedos. Yo no llevaba la intención de pedir a la Santísima Virgen la gracia de mi curación; fui por visitar el lugar donde Nuestra Señora se había aparecido, pidiéndonos oraciones para la salvación de la Humanidad y también traer agua del pozo bendecido por la Virgen para una cuñada que se encontraba paralítica; pero al lavarme la cara y los pies, en el momento que me caía el agua se me ocurrió pedirle a la Santísima Virgen que me curara aquel mal, lo que hice mentalmente. Luego ya me olvidé, pero aquella noche me di cuenta que el aditamento se me había caído y que no obstante no sentía dolor alguno; entonces me acordé que lo había pedido a la Virgen; pues bien, nunca más volví a sentir y donde tenía el “ojo de gallo” se fue poniendo la piel lisa, suave y normal, como si nunca lo hubiese tenido.
Puede imaginarse lo inmensamente agradecida que estoy a la Santísima Virgen.
Nota.- Por haber pensado que dicha dolencia sería parecida a un callo, o sea que no llegaría a erradicarse totalmente, nunca fui al Médico.
Reconozco como verdaderos todos los datos y explicación de esta gracia, concedida por la Santísima Virgen Pura Dolorosa de Umbe.
Humildemente besa su anillo Pastoral, y se pone a su entera disposición para ampliar lo que desee.
Firmado: María José M. A.
Informes: No se aporta
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