Testimonio resumido.
Fecha Testimonio: 4 de junio de 1973
Nombre: A. B. Ciudad: Buenos Aires (Argentina) Edad: 00
Enfermedad desde:
Fecha curación: Favor 25 de marzo 1973
Utilizó el agua: Promesa Cumplida
Enfermedad, Dolencia: PETICIÓN RECUPERAR DOCUMENTOS ROBADOS
Muy estimados amigos en Nuestra Señora.
Se habrán preguntado por nosotros que estuvimos a visitarlos el 19 de Abril. Recordarán que el Hermano Joaquín de los Corazonistas de Buenos Aires me había hablado de las Maravillas del Alto de Umbe y dado su dirección. También recordarán que somos franceses y que vinimos con una amiga nuestra más joven que nosotros, matrimonio ya mayor de edad. Me permito hacerles presentes estos datos para que nos recuerden más porque pienso que ven allí a mucha gente.
Antes de nada les agradezco el libro: “Y el Agua Seguirá Curando”. Lo hemos recibido en Francia y ahora estamos de vuelta en la Argentina desde dos días solamente. Le escribo tan pronto llegar cumpliendo gustosa tan grata tarea.
A su pedido y con mucho gusto les mando cual fue el motivo que nos llevó hasta el Alto de Umbe; unos pocos días (15) antes de emprender el viaje nos encontramos con el Hermano Joaquín y después de conversar sobre los hechos maravillosos de aquel lugar nos preparábamos para emprender viaje hacia Francia con motivo del casamiento de nuestro cuarto hijo.
El viernes 23 de marzo salió mi esposo con los documentos y el dinero para pagar los pasajes por avión, ya reservados. Antes tuvo que ir al correo central echar unas cartas urgentes. En el muy corto tiempo que empleó pegando los sellos la robaron la cartera de plástico negro en la que guardaba los documentos; por suerte el dinero lo había metido en el bolsillo de su chaleco. A pesar de sus andanzas en el correo con la esperanza que alguien devolviera la cartera, tuvo que volver en casa con está triste noticia, era un robo y nada más. Al día siguiente sábado 24 y el domingo 25 salimos de casa solo para ir a misa, siempre con la esperanza de una llamada de telefónica. Pero no tuvimos ninguna. El tiempo apremiaba, nos íbamos el 4 de Abril. No podíamos esperar más encontrar los documentos tanto Argentinos como Franceses. Estábamos preocupados teniendo que hacer de nuevo toda nuestra documentación.
Fue entonces que me recordé del Alto de Umbe y le pedí a mi esposo si estaría dispuesto a llevarme allí si encontrábamos los documentos. Me contestó que sí. Hice la promesa a la Santísima Virgen de ir al Alto de Umbe agradecerla si nos hacía encontrar los documentos.
Era el domingo 25 a la noche. No pudiendo esperar más el lunes 26 a las 8 de la mañana salimos para empezar otra vez con todo: fotografías, consulado francés, policía argentina, vacunas etc… Por motivo de huelgas os llevó el día entero de andanzas t a la noche estábamos muy cansados. Solo unos 20 minutos después de nuestro regreso a casa recibe mi esposo una llamado telefónico y le oigo contestar: “ Sí Señor, soy Yo.. No Señor no los pedí me los robaron que no es lo mismo… Pero no Señor, no es en esta sucursal, me los robaron en el Correo Central … Oiga Señor ¿puedo ir a buscarlos ahora mismo?.... Muchas gracias… vamos enseguida con mi esposa…”
Llenos de alegría a pesar del cansancio inútil desde ahora, por los trámites hechos en el día, fuimos a buscar los documentos en una sucursal de correos a unos 3 kilómetros del Correo Central.
Se ve que el ladrón pensaba encontrar dinero en el sobre y decepcionado tuvo la buena voluntad sin ninguna duda inspirado por nuestra buena Madre de ir en otra sucursal y dejar la cartea sobre el mostrador como si la olvidara. Y Sobre todo el haber cumplido mi promesa.
Recibimos pues, la cartera en la cual nada faltaba; hasta la libreta de casamiento tenía esta última pérdida era la que más sentíamos sabiendo de sobra todas las molestias que nos daría mandar a hacerla de nuevo. Nos enteramos por el jefe de correo que gentilmente había llamado muchas veces en el día en casa, pero sin encontrar a nadie ya que nosotros estábamos ausentes haciendo de nuevo todos los trámites.
Dos documentos encontrados pensamos enseguida en agradecer a la Santísima Virgen y en cumplir con nuestra promesa de subir al Alto de Umbe. Sin conocer Bilbao, con solo la dirección del sobrino del hermano David, cuando nos paramos para preguntar el camino tuvimos la grata sorpresa de encontrarnos muy cerca. Otra coincidencia, se estaba reponiendo de gripe sino hubiera salido de Bilbao por Santander. Muy amable nos hizo un plano explícito que nos permitió llegar hasta ustedes. Tantas coincidencias nos hacen pensar en la bondad del Señor …. Es como si nuestro Ángel de la guardia nos tomaba de la mana para llevarnos al Alto de Umbe.
Añado que después de relatarles el hecho como me lo pidieron y como se lo había prometido me siento llena de alegría.
Sé muy bien que hablo y escribo mal el castellano lo que no es sorprendente ya que no lo he estudiado y soy francesa. Pero esto es muy secundario, siendo lo principal haberme hecho comprender por ustedes.
Sin más me despido de todo mandándoles nuestros recuerdos cariñosos Querida Felisa y Don Bonifacio, como también para sus hijas y su nieta que conocimos con tanto gusto
Firmado: D. Devéze
Nombre: A. B. Ciudad: Buenos Aires (Argentina) Edad: 00
Enfermedad desde:
Fecha curación: Favor 25 de marzo 1973
Utilizó el agua: Promesa Cumplida
Enfermedad, Dolencia: PETICIÓN RECUPERAR DOCUMENTOS ROBADOS
Muy estimados amigos en Nuestra Señora.
Se habrán preguntado por nosotros que estuvimos a visitarlos el 19 de Abril. Recordarán que el Hermano Joaquín de los Corazonistas de Buenos Aires me había hablado de las Maravillas del Alto de Umbe y dado su dirección. También recordarán que somos franceses y que vinimos con una amiga nuestra más joven que nosotros, matrimonio ya mayor de edad. Me permito hacerles presentes estos datos para que nos recuerden más porque pienso que ven allí a mucha gente.
Antes de nada les agradezco el libro: “Y el Agua Seguirá Curando”. Lo hemos recibido en Francia y ahora estamos de vuelta en la Argentina desde dos días solamente. Le escribo tan pronto llegar cumpliendo gustosa tan grata tarea.
A su pedido y con mucho gusto les mando cual fue el motivo que nos llevó hasta el Alto de Umbe; unos pocos días (15) antes de emprender el viaje nos encontramos con el Hermano Joaquín y después de conversar sobre los hechos maravillosos de aquel lugar nos preparábamos para emprender viaje hacia Francia con motivo del casamiento de nuestro cuarto hijo.
El viernes 23 de marzo salió mi esposo con los documentos y el dinero para pagar los pasajes por avión, ya reservados. Antes tuvo que ir al correo central echar unas cartas urgentes. En el muy corto tiempo que empleó pegando los sellos la robaron la cartera de plástico negro en la que guardaba los documentos; por suerte el dinero lo había metido en el bolsillo de su chaleco. A pesar de sus andanzas en el correo con la esperanza que alguien devolviera la cartera, tuvo que volver en casa con está triste noticia, era un robo y nada más. Al día siguiente sábado 24 y el domingo 25 salimos de casa solo para ir a misa, siempre con la esperanza de una llamada de telefónica. Pero no tuvimos ninguna. El tiempo apremiaba, nos íbamos el 4 de Abril. No podíamos esperar más encontrar los documentos tanto Argentinos como Franceses. Estábamos preocupados teniendo que hacer de nuevo toda nuestra documentación.
Fue entonces que me recordé del Alto de Umbe y le pedí a mi esposo si estaría dispuesto a llevarme allí si encontrábamos los documentos. Me contestó que sí. Hice la promesa a la Santísima Virgen de ir al Alto de Umbe agradecerla si nos hacía encontrar los documentos.
Era el domingo 25 a la noche. No pudiendo esperar más el lunes 26 a las 8 de la mañana salimos para empezar otra vez con todo: fotografías, consulado francés, policía argentina, vacunas etc… Por motivo de huelgas os llevó el día entero de andanzas t a la noche estábamos muy cansados. Solo unos 20 minutos después de nuestro regreso a casa recibe mi esposo una llamado telefónico y le oigo contestar: “ Sí Señor, soy Yo.. No Señor no los pedí me los robaron que no es lo mismo… Pero no Señor, no es en esta sucursal, me los robaron en el Correo Central … Oiga Señor ¿puedo ir a buscarlos ahora mismo?.... Muchas gracias… vamos enseguida con mi esposa…”
Llenos de alegría a pesar del cansancio inútil desde ahora, por los trámites hechos en el día, fuimos a buscar los documentos en una sucursal de correos a unos 3 kilómetros del Correo Central.
Se ve que el ladrón pensaba encontrar dinero en el sobre y decepcionado tuvo la buena voluntad sin ninguna duda inspirado por nuestra buena Madre de ir en otra sucursal y dejar la cartea sobre el mostrador como si la olvidara. Y Sobre todo el haber cumplido mi promesa.
Recibimos pues, la cartera en la cual nada faltaba; hasta la libreta de casamiento tenía esta última pérdida era la que más sentíamos sabiendo de sobra todas las molestias que nos daría mandar a hacerla de nuevo. Nos enteramos por el jefe de correo que gentilmente había llamado muchas veces en el día en casa, pero sin encontrar a nadie ya que nosotros estábamos ausentes haciendo de nuevo todos los trámites.
Dos documentos encontrados pensamos enseguida en agradecer a la Santísima Virgen y en cumplir con nuestra promesa de subir al Alto de Umbe. Sin conocer Bilbao, con solo la dirección del sobrino del hermano David, cuando nos paramos para preguntar el camino tuvimos la grata sorpresa de encontrarnos muy cerca. Otra coincidencia, se estaba reponiendo de gripe sino hubiera salido de Bilbao por Santander. Muy amable nos hizo un plano explícito que nos permitió llegar hasta ustedes. Tantas coincidencias nos hacen pensar en la bondad del Señor …. Es como si nuestro Ángel de la guardia nos tomaba de la mana para llevarnos al Alto de Umbe.
Añado que después de relatarles el hecho como me lo pidieron y como se lo había prometido me siento llena de alegría.
Sé muy bien que hablo y escribo mal el castellano lo que no es sorprendente ya que no lo he estudiado y soy francesa. Pero esto es muy secundario, siendo lo principal haberme hecho comprender por ustedes.
Sin más me despido de todo mandándoles nuestros recuerdos cariñosos Querida Felisa y Don Bonifacio, como también para sus hijas y su nieta que conocimos con tanto gusto
Firmado: D. Devéze
|
|
|
|
|