Testimonio resumido
Fecha Testimonio: 25 de enero de 1980
Nombre: Julián Ciudad: Erandio (Vizcaya) Edad: 13
Enfermedad desde: Los 4 años
Fecha curación: Primera semana de 1975
Utilizó el agua: En el Alto de UMBE en excursión del colegio
Enfermedad, Dolencia: TOBILLO PIE DERECHO 9 AÑOS ENFERMO
Yo Julián G. a los trece años de edad, cuando estaba internado en el Colegio San José Artesano de Lujua, acudí en excursión a Umbe, conducido por los padres del mismo colegio, un miércoles de la primera semana del año 1975.
Llevaba nueve años enfermo del tobillo del pie derecho. Lo tenía hinchado y me producía mucho dolor. Me trataban los médicos especialistas de la Seguridad Social del Ambulatorio de Deusto. No consiguieron ni siquiera que mejorase.
Yo no sabía nada de lo ocurrido en Umbe. Llegué hasta allí con muchísima dificultad, apoyándome en un palo, y al llegar al pozo el Padre que nos acompañaba me mandó que me lavase la cara y los pies. Me sentí curado inmediatamente.
Cuando venimos de vuelta estaba tan contento que no hacía más que dar una y otra vez gracias a la Virgen por el bien tan grande que me había hecho. Desde ese día me encuentro totalmente bien y me creo en la obligación de dar testimonio público de la curación que he recibido de le Virgen de Umbe.
Firmado: Julián G. H.
Informes: No se aporta.
Nombre: Julián Ciudad: Erandio (Vizcaya) Edad: 13
Enfermedad desde: Los 4 años
Fecha curación: Primera semana de 1975
Utilizó el agua: En el Alto de UMBE en excursión del colegio
Enfermedad, Dolencia: TOBILLO PIE DERECHO 9 AÑOS ENFERMO
Yo Julián G. a los trece años de edad, cuando estaba internado en el Colegio San José Artesano de Lujua, acudí en excursión a Umbe, conducido por los padres del mismo colegio, un miércoles de la primera semana del año 1975.
Llevaba nueve años enfermo del tobillo del pie derecho. Lo tenía hinchado y me producía mucho dolor. Me trataban los médicos especialistas de la Seguridad Social del Ambulatorio de Deusto. No consiguieron ni siquiera que mejorase.
Yo no sabía nada de lo ocurrido en Umbe. Llegué hasta allí con muchísima dificultad, apoyándome en un palo, y al llegar al pozo el Padre que nos acompañaba me mandó que me lavase la cara y los pies. Me sentí curado inmediatamente.
Cuando venimos de vuelta estaba tan contento que no hacía más que dar una y otra vez gracias a la Virgen por el bien tan grande que me había hecho. Desde ese día me encuentro totalmente bien y me creo en la obligación de dar testimonio público de la curación que he recibido de le Virgen de Umbe.
Firmado: Julián G. H.
Informes: No se aporta.
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